Ángel, que a la distancia me proteges,
que sin mirarme,
me observa con los ojos del alma,
que sin hablarme,
me expresas tu sentir con la voz del corazón,
que estás tan lejano y a pesar de ello,
te siento cerca,
y me mantengo en calma.
Ángel, que habitas mi mente y corazón,
lugar de donde nunca te marcharás,
pues prometiste no hacer abandono,
y tu palabra es pura y sagrada.
Ángel, que sin estar a mi lado,
me entregas tu cariño
con un abrazo invisible,
que me brinda toda la paz y calidez
que mi interior necesita
para hallar la verdadera
y tan anhelada felicidad.
(Dedicado a la persona que me demostró que los ángeles SI EXISTEN...)
(Escrito el 10/01/2011)
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