Mi niño no llores,
porque el cielo te observa
y se pone de matices
para que tu sonrisa vuelva.
Mi niño no sufras,
que el viento te escucha
y sopla melodías
que te llenarán de dicha.
Mi niño ten calma,
pues el Sol te acompaña,
su luz dará paz a tu alma
y percibirás que nada te daña.
Mi niño cierra tus ojitos,
ya muy pronto la noche vendrá
y harán su llegada los angelitos,
que en tu soñar te acunarán.
Mi niño duerme sereno,
descansa en la armonía de este lugar,
yo velaré junto a la Luna en pleno,
tu ida a Oz, que junto al Amor forman tu hogar.
(Escrito el 04/02/2011)
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