lunes, 27 de junio de 2011

Nubes...

Nunca se saben qué formas pueden adoptar,
pero siempre que las veo puedo imaginar
tu rostro sonriente dándome felicidad.


Unos días están blancas como algodón,
otros negras como el carbón,
mas tu imagen está ahi
alegrando mi corazón.


Hermosas se ven al amanecer,
y más aún al atardecer,
cuando danzan al son del viento
acompañando al Sol en su despedida y su lamento.


Altas están en el cielo,
jugando con los rayos solares,
algunas se cruzan,
otras se disipan
dirigiéndose a todos lugares.




(Escrito el 01/11/2010)

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