< Oscuridad, frío y nostalgia. Extraño la luz del Sol, el contacto
con la naturaleza, el soplar del viento y los cantos matutinos de los
ruiseñores... >
Ser crisálida no es fácil, sobre todo
al pensar que estás alejada del mundo exterior mientras sufres
mutaciones por dentro y por fuera. Es un proceso doloroso e incómodo
para cualquiera, pues debes dejar atrás todo y reinventarte; plasmar en
tu mente una nueva vida para cuando llegue el momento no ser consumida
por el miedo y el desconcierto.
< A penas puedo abrir
mis ojos, me siento extraña, hinchada, ajena a mi ser... Percibo que dos
seres luminosos se aproximan; conozco sus auras, me son familiares. Me
piden que cierre los ojos y me deje llevar; me recuerdan que estaré a
salvo. Eso hago... >
Como mencioné fue complicado
vivir esa etapa, pero aquí estoy. Pude sobrepasar todos los obstáculos
como tener que desapegarme de las cosas. Gracias a ello comprendí que lo
que realmente importa es el valor que tenga para uno dicho objeto y no
éste por sí solo; es decir, el recuerdo de quién te lo obsequió o lo que
significó en aquel instante. Luego de eso, cada tesoro que tuve se
desvaneció ante mis ojos. Al principio me dio pena, pero después me
alegré de haber tenido esas experiencias.
< Ha
desaparecido la oscuridad, ahora me conducen a un "jardín de ensueño",
todo lo que echaba de menos se encontraba ahí y en proporciones enormes.
Corrí hacia aquel sitio con mucha felicidad; sin embargo cuando di el
primer pasó, se esfumó. Los dos seres me dijeron que aquello había sido
parte de mis recuerdos y se materializó puesto que mis ganas por
"retornar" eran demasiadas. En ese momento entendí que debía tomar las
cosas con calma...>
Posterior a que se borrara el
apego a lo material, vino la fase de despejar mi corazón de rencores,
rabias, penas y asuntos sin resolver. Entonces, cada persona con la que
tuve algún roce apareció frente a mí y luego de una extensa charla, con
altos y bajos; decidimos fortalecer o romper el lazo que nos unía. Hubo
lágrimas y sonrisas, que me permitieron cerrar ese ciclo para sentirme
más tranquila, pues era un peso menos para mí.
< Estos
entes me miran con curiosidad, me acuestan en una especie de prado y
posan sus manos sobre mi cuerpo... De pronto, comienzo a emanar una luz
color ínidigo y lentamente me elevo. Mi espalda se abre en dos y nacen
alas enormes de color azul, similares a la de una lepidóptera. Mi
cabello se torna verde cristalino... ¿Qué me ocurre?... >
La
tercera etapa, quizás fue la más extraña, porque físicamente cambié: mi
estatura aumentó y el tono de mi piel se emblanqueció. Mi presencia en
sí misma se hizo más poderosa, pues podía estar a metros de distancia
del pueblo y los lugareños sabían que era yo quien me aproximaba.
También conocían mis poderes como hechicera; todos los que alguna vez me
discriminaron ahora me respetaban, y algunos se convirtieron en mis
aliados. Me gané su aprecio gracias a mi preocupación hacia ellos,
puesto que dediqué gran parte de mi vida a ayudarlos para que
progresaran. Y en consecuencia, como muestra de gratitud, aparecieron
símbolos en mi cuerpo hechos por aquellos seres que velan por mí en el
otro plano, donde pude evolucionar.
< El misterio había
sido revelado: la "Hechicera con Alas de Mariposa" ha aparecido. Estuvo
dormida dentro de la joven que luchó contra viento y marea para ganarse
un espacio en el corazón de los lugareños, para generar confianza entre
ellos mismos y así, vivir en comunidad.>
Aquellas
palabras resonaron en mi mente, como un tambor; y todo mi cuerpo comenzó
a estremecerse. Perdí el conocimiento y después de horas, desperté con
una gran paz en mi interior. Veía mi alrededor con mayor claridad. La
magia brotaba desde mis poros en forma de luz. Estaba feliz de estar
ahí, en mi habitación.
A lo lejos, se oyen unos pasos que se
aproximan. Un caballo relincha en mi ventana y la puerta se abre. De
pronto gritan: "¡¡AL FIN HAS VUELTO!!"
Era mi hechicero, el aliado
que me acompaña desde que aquel libro misterioso cayó en manos de la
Corte Real. Quien también me ayudó a sobrellevar mi complejo estado de
crisálida y el que me cooperará a mantener este reino fuera de las
amenazas de las energías oscuras.
Me da la mano para que me
levante y juntos emprendemos la misión de velar por la seguridad y el
bienestar de los lugareños; él con su caballo y yo con mis alas, con las
que surcaré el cielo azul para que la luz ilumine mi pueblo para
siempre.
FIN
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